Hoy tenemos con nosotros a una persona que para mí, es muy afortunada. Quizás para ti no lo sea si tu meta es ganar mucho dinero. Los que estamos en acción social ya sabemos que no nos vamos a hacer ricos. Simplemente queremos trabajar de lo nuestro y por desgracia pocos los consiguen. Por eso digo que para mí, Diego Navarro, que hoy nos acompaña, es una de las personas más afortunadas que conozco.
Si has oido hablar de los Consejos de Juventud es posible que te suene muy extraño y lejano en caso de que no hayas participado. Pues ahora dejará de ser tan raro porque Diego, que trabaja allí, nos va a explicar todo. Vamos allá.
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¿Podrías definir qué es un Consejo de Juventud y cuáles son sus funciones?

Un consejo de la juventud es un órgano de participación ciudadana, impulsado por los propios jóvenes de forma pro-activa y desde la sociedad civil. Está formado por las asociaciones juveniles y es quien representa la voz de los jóvenes ante la sociedad. Cumplen el mandato del articulo 48 de la Constitución Española: “Los poderes públicos promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural“.

Y además de ese objetivo podemos destacar como principales: actuar como interlocutor de los jóvenes ante las administraciones públicas; fomentar la comunicación relación e intercambio entre las distintas asociaciones juveniles; y velar por el cumplimiento de las políticas municipales de juventud.

Al final lo que intentamos es que los jóvenes nos movamos, que participemos, que seamos la vanguardia del cambio social, que transformemos nuestra realidad y en nuestro caso que juntos, intentemos el reto de cambiar nuestra ciudad hacia otra nueva, construida desde las opiniones y el trabajo de todas y cada una de las personas que vivimos en Zaragoza. En definitiva que seamos conscientes de que tenemos el poder de impulsar cambios reales en la ciudad y que somos nosotros los protagonistas de nuestra propia historia. Solo tenemos que pasar de una actitud pasiva y conformista a otra activa y transformadora.

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¿Cuanto tiempo llevas trabajando en el Consejo de la Juventud de Zaragoza?

Vinculado con el Consejo llevo unos cuentos años, comencé representando a la entidad juvenil de la que soy voluntario, el Club de Tiempo Libre JuveLino. Cómo siempre hemos tenido presente la importancia de que además de realizar nuestras actividades con los chavales desde lo socioeducativo, no éramos una seta en mitad del barrio de San José, sino que somos un agente de transformación social y eso solo era posible desde la participación en nuestro entorno, en nuestra ciudad. Así que decidimos entrar en el consejo. Como por aquel entonces era el presidente, era el encargado de la parte de representación institucional de la entidad, así que solía asistir a las mesas de presidentes, asambleas, comisiones, etc. He de reconocer que lejos de ser una carga, me encantaba lo de conocer otras asociaciones, otros modelos de entidades, otras formas de hacer las cosas. Me fascinaba que a todos los que allí estábamos, más allá de la ideología, las creencias, el ámbito de actuación, etc… nos unía como jóvenes que queríamos transformar la ciudad a mejor.

En el curso 2004-2005 por casualidad, ya que te lo asignan en el instituto, hice las prácticas de Técnico superior en Animación Sociocultural en el Consejo. Las termine y comencé la carrera de Trabajo Social un año después, y además comencé a trabajar en el Consejo. La verdad es que han pasado unos cuantos años y en todo este tiempo he tenido la posibilidad de desarrollar junto a mis compañeros distintos proyectos, empezando (por decir uno) con el Universo de la Participación; pasando por las diferentes ferias del asociacionismo joven; además grabamos un corto-documental (vídeo al final de la respuesta); hemos debatido con los concejales; publicado un estudio sociologico sobre la participación y el asociacionismo entre los jóvenes de la ciudad junto a la Universidad de Zaragoza; incluso editamos un libro; tenemos un boletín; una agenda de actividades asociativas; nos dio por reivindicar con el arte y a día de hoy estamos trabajando por pasar al cambio real en la ciudad con el proyecto “juntos, #cambiamosZGZ“. Y muchas más cosas que hemos ido haciendo en estos treinta años de historia y otras muchas que tenemos por la cabeza y que iréis conociendo dentro de poco ¡estad atentos!.

¿Cómo es tu trabajo en el Consejo? En definitiva, ¿qué es lo que haces durante tu jornada laboral?

En el Consejo yo me encargo de coordinar la entidad en el día a día, para que todo funcione. Las relaciones con el equipo técnico del Ayuntamiento, asistir a las reuniones que realizamos con profesionales de otras entidades, asociaciones, áreas de la administración, etc… para realizar proyectos y acciones en común y para que los jóvenes estemos representados. También me encargo de otras muchas cosas burocráticas, pero esas molan menos. La verdad es que es un trabajo apasionante porque por mucho que lo intentes planificar, a última hora aparecen movidas inesperadas que lo trastocan todo, requiere capacidad de adaptación e improvisación.

Y también, aunque lo hago más porque disfruto con ello y porque es lo que más mola de esto de la participación juvenil y las políticas de juventud, diseño e ideo los proyectos de participación juvenil. Además de ser una parte activa, junto con mis compañeros, de su implantación y desarrollo posterior. A fin de cuentas me va también el barro y el estar en la primera linea junto a los jóvenes para ser parte activa de la ciudad en la que he nacido y tengo la suerte de poder vivir. Me siento parte de ella.

Muchas veces me dicen mis amigos “Diego, que bien te lo montas“, y no van desencaminados ya que aunque es un trabajo que requiere más dedicación de las horas laborales, al final como disfrutas, haces lo que te gusta y sobre todo te da la oportunidad de ver el proceso completo de desarrollo del proyecto, desde la idea hasta la evaluación, siendo uno de los agentes, merece la pena. Y ya no digo, cuando ves que los pequeños cambios por los que has luchado se materializan en políticas concretas que se impulsan desde lo público, o cuando nos dicen que no y somos los propios jóvenes los que buscamos el como cubrirlo con nuestros limitados recursos. También tiene sus momentos de cansancio, de plantearte el sentido, jejeje, pero al final siempre prevalece lo bueno a lo malo.

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A lo largo de tu trayectoria en el consejo, ¿cómo han afectado los cambios de gobierno?

Un consejo es un órgano que hace política, no de la que vemos por la tele y que es un simple juego de intereses económicos, partidistas y personales. Hacemos de la que se escribe con mayúsculas, la de verdad. Para mi la política es el modelo de sociedad que queremos construir los ciudadanos, y eso lo hacemos con nuestras decisiones diarias. Ya por la mañana cuando vamos al trabajo, o a buscarlo, a clase, a la uni… tomamos decisiones políticas: elegimos si ir andando, en bus, en bici o en coche. Ya solo con eso estamos definiendo en que modelo de ciudad queremos vivir. Imaginaros el poder que tenemos solo con aquellas decisiones que tomamos de forma mecánica, influenciados en la mayoría de los casos por los mass media. Así que si nos juntáramos con aquellos que tienen los mismos principios que nosotros, podríamos dar un giro a todo. También y por poner otros ejemplos en los que con pequeñas decisiones podemos cambiarlo todo sin a penas darnos cuenta: cuándo elegimos comprar en Simply o en la carnicería de nuestro barrio, o cuando elegimos abrir una cuenta en Bankia o en Tridos Bank, la revolución puede ser más fácil de lo que pensamos.

Haciendo política, estamos a la merced de los cambios en los gobiernos. No es ningún secreto que hay partidos que son más cercanos a la participación y a que la política la hagamos entre todos. Y otros partidos que creen que la política sólo la pueden hacer algunos desde las instituciones, a estos últimos les molestan todos los órganos independientes donde hay muchos ciudadanos con ganas de pensar y debatir, por miedo quizás a que no piensen como ellos y se organicen. Por aportar un dato objetivo, en los últimos cuatro años, han desaparecido todos los consejos de la juventud, tanto locales, como autonómicos, como el nacional de aquellos territorios donde gobierna el Partido Popular. Por ejemplo hace dos años y a golpe de ley, fue eliminado el Consejo de la Juventud de Aragón, alegando duplicidad de funciones con el Instituto Aragonés de la Juventud. Para el que no lo sepa, el IAJ es el órgano autónomo del Gobierno de Aragón encargado de dirigir e implementar las políticas de juventud que marca la DGA. Por lo que nada tiene que ver con lo que es un consejo. Si que es cierto que el CJA era el encargado de velar y garantizar la transparencia del IAJ y de representar a la ciudadanía en su máximo órgano de gobierno. Y ya se sabe que cuando alguien critica con argumentos, si no hay contra-argumentos solo queda eliminarlo.

En el ámbito local todo es diferente, se tiene más en cuanta la visión de que es imposible construir una ciudad sin escuchar, no digo hacer caso, a la ciudadanía. Desde este ámbito es desde el que se pueden implementar cambios reales para las personas en todas las facetas de su vida. Y lo más apasionante es que se puede tener en cuenta la opinión de la ciudadanía de tú a tú. Algo que desde el ámbito autonómico o nacional resulta más difícil, que no imposible, pero se realiza mediante un sistema de representatividad por lo que se pierde la cercanía. En lo municipal todo es más fácil y cercano, aún viviendo en la quinta ciudad del estado por numero de habitantes.

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¿Cómo percibes el estado actual del Consejo de la Juventud de Zaragoza?

Yo creo que actualmente el Consejo es un reflejo de la sociedad, todos los jóvenes hemos pasado por el mismo sistema educativo, vivimos en la misma cultura y somos producto de lo que nos han trasmitido desde la tele, la escuela y la familia. A todos nos han enseñado que lo importante es el individualismo, el no preocuparse por el otro, el no posicionarse, el seguir el mismo camino que los demás para no destacar, sino es por un triunfo personal bien valorado. Si recordáis vuestra etapa escolar, recordareis que en la primera experiencia de participación que todos hemos vivido, ya nos enseñaron que no servia para nada, que era una perdida de tiempo. Con ese mensaje subliminal hemos crecido. ¿recordáis cual es?…

Esta experiencia no es otra que la de los delegados de clase y consejos escolares, si lo recordáis casi todos los tutores pasaban del tema y no transmitan el sentido y la importancia de nombrar al representante de la clase, más bien se nombraba por obligación, y estaba condenado a no ser nunca el más idóneo, ya que no había lugar a reflexionar sobre las capacidades de cada compañero, sino que nos decantábamos por el más listo o incluso más veces, por el más bala perdida. Y en el consejo escolar, los alumnos siendo la mayoría, éramos siempre los que menos contábamos en la decisiones, y a los que menos voz se nos daba. Luego este mismo modelo se replica en la universidad. Aunque el análisis habría que hacerlo más a fondo, a grandes rasgos nos estaban dando el mensaje de que participar no sirve para nada. Es mejor dedicarse a ir a clase, estudiar y sacar buenas notas para ser alguien en la vida. Los demás, la instalación, la organización, etc. da igual, ya hay otros que se encargan por tí de que funcione, sólo déjales hacer.

Y en medio de esto, llegan los consejos, que damos a esos jóvenes el mensaje contrario, ir contra corriente siempre es difícil. Pero al final en esto de la participación no importa si hay quinientas o mil personas, si se llega a la meta final o no. Lo importante es el proceso, es allí, en ese camino hacia la meta donde se está cambiando la percepción de las personas y dónde se consiguen los verdaderos logros, ya sabéis aquello de piensa global, pero actual local, o lo más importante cambia tu actitud, y todo lo demás cambiara solo. Nuestro estado es bueno, mientras haya tres jóvenes que se junten con ganas de cambiar las cosas, darles la oportunidad de hacerlo y de que recorran el camino, merece la pena, y en mi opinión es una de las mejores inversiones que se puede hacer con el dinero público. Ya que no sólo estamos invirtiendo en nuestro futuro, lo estamos haciendo en nuestro presente. Si en vez de tres, como es el caso del consejo forman parte de manera indirecta unos cuántos miles de ciudadanos, imaginaros, lo que puede merecer la pena.

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¿Te gustaría añadir algo más que consideres importante?

Yo creo que lo más importante es que ya no solo los jóvenes, sino la ciudadanía nos movamos, nos juntemos e intentemos cambiar nuestro, barrio, nuestra ciudad, nuestro país y nuestro estado. La herramienta para ello es la participación, un medio es el asociacionismo, pero aún así el medio es lo de menos. Lo importante es que entre todos construyamos el modelo de sociedad que queremos. Y seguro que estamos de acuerdo en que ese modelo debe de ser la igualdad, la solidaridad, la responsabilidad, la trasparencia y el poner por encima de cualquier cosa a las personas. De nosotros depende el cambio y la sociedad que construyamos.

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A ver quién hace una entrevista y sale en una foto con el entrevistado…

Hoy ha sido un día especial para mí, ya que no es fácil encontrar gente que quiera participar en un blog, lo cuál me gusta, que los blogueros no somos islas. Espero que te haya gustado y hayas aprendido algo nuevo. Si es así, puedes compartirlo en los comentarios. Y muchas gracias, Diego, por haber participado 🙂