Muchas veces hemos utilizado la expresión “qué pequeño es el mundo“, o “el mundo es un pañuelo“.

No sé cómo serán las cosas en una ciudad de varios millones de habitantes, como Madrid, Barcelona, o Londres. En mi caso, soy una chica de provincias que vive en una ciudad que tiene en torno a los 700.000 habitantes. Parece que somos muchos, pero con el tiempo y moviéndote en distintos ambientes, se acaba uno dando cuenta de que “nos conocemos todos“. Estás hablando con alguien, nombras a cierta persona y resulta que tu interlocutor también la conoce. Esto os ha sucedido, ¿no?

Estas cosas parece que nunca vayan a pasar en Internet. Ya no hablamos de ciudades, grandes o pequeñas, sino de interacción a nivel mundial. Pero el caso es que sucede, y os cuento lo que me pasó a mí.

botella

El verano pasado dí con un blog, lo leí, me gustó, y como mucha gente, miré la página en la que el autor hablaba de sí mismo. Qué casualidad que di con mi paisano Ángel. Y pensé: “Mira que hay blogs por ahí y voy a caer al blog de uno de Zaragoza, así como quien no quiere la cosa“. También conocemos gente en común, es que no podía ser de otra manera en esta nuestra ciudad!!! 😀

Me pasó algo similar con Concha. Comencé a seguir el blog, a poner comentarios, y en uno de ellos le comenté de dónde era. Cuando ella respondió que también era del mismo sitio, casi me caigo de la silla. En poco tiempo, en toda la maraña de blogs, descubrí dos blogs buenos de gente de mi tierra. “Será que algo tenemos los aragoneses al escribir que hace que nos atraigamos los unos a los otros“, se me ocurrió pensar, así en plan irónico.

Mas cosas que puedo comentar, esta vez comenzó en twitter. Empecé a buscar gente relacionada con el Trabajo Social para seguirles, y di con un perfil que me sonó. “A este lo conozco” dije para mí. Entonces le mandé un mensaje, miré su blog… en fin, que aunque hace mil años que no nos vemos, David, sé que eres un trabajador social con garra.  Gracias por seguir este blog y por las veces que has participado.

No podía olvidar aquí a Pedro, otro trabajador social, la única persona a la que por el momento he podido poner cara y voz en el mundo offline, a quien también localicé mediante su blog, y con quien aprendo mucho.

¿Os han pasado cosas parecidas? Ahora es el momento de compartirlas en los comentarios. Es chulo todo lo que da de sí este universo online, tan grande y pequeño a la vez 😀