¡Qué modernos somos! ¡Podemos hacer todo por internet!

Esto tiene muchos matices y para mostrarlo voy a contar una historia de mi vida.

Ocurrió hace algo más de dos años. Un vecino se acercó pidiendo que le solicitáramos cita en el Registro Civil. Quería pedir la nacionalidad española pero resulta que la única manera de pedir esta cita era por internet y él no tenía conexión.

Me meto a la web a ver de qué va el tema, pensando que ya metiéndome iba a poder pedir cita. Pues no señor. Me entero que las peticiones de citas para una determinanada semana se abren los viernes a las 9 de la mañana y se mantienen hasta que se completan las citas.

Por ejemplo: Imaginemos que hoy es viernes 1 de octubre y a las 9 de la mañana se abre la inscripción para las citas de la semana del 1 al 5 de diciembre. Una vez se acaban estas citas la aplicación ya no te deja maniobrar hasta el viernes siguiente a las 9 de la mañana.

Ante la petición del vecino y viendo de qué iba todo, llega el viernes siguiente y a las 9:30 más o menos me meto en la web. Cuál no sería mi sorpresa cuando veo que ya está todo cerrado y las citas para la semana correspondiente están todas ocupadas. Me quedé alucinando al ver que en ese poco tiempo ya se habían dado todas las citas. Sólo me quedaba esperar hasta el viernes siguiente. Entonces cambié la estrategia. Justo a las 9 en punto entraría para asegurarme de que podía conseguir cita.

Llegó nuevamente el viernes. Entro a las 9 en la web del Registro Civil. Nada más entrar se me pone todo como en modo espera, colgado. Recargo la página, preparo sesión con otro navegador, y a los dos minutos se me cierra todo y veo que el panel de citas está completo.

nacionalidad-residencia-internet

Ahora es cuando realmente me entero de qué va la jugada. Todos los que queremos cita para nacionalidad por residencia estamos ahí como lobos esperando a que se abra la veda. Somos tantos queriendo entrar que el sistema se colapsa. Sólo queda tener suerte y ser uno de los pocos que pueden entrar. Parece una batalla internauta de tiburones.

Finalmente conseguí pedirle cita a la tercera vez que lo intenté. A los pocos meses la misma persona vuelve a pedir el mismo favor para un familiar. Desde este momento empecé a sudar tinta. Ya sabiendo de qué va la fiesta, conseguí la cita la quinta vez que lo intenté.

Es difícil imaginarlo cuando no se ha pasado por ello. A mí esto me creó mucho estrés. Estuve a punto de llamar a S.O.S. Racismo por ver si sabían algo y si se podía formular alguna queja o se podía hacer lo que fuera, ellos que tienen abogados. Al final pude hacer lo que pretendía y no les llamé pero tenía que haberlo hecho. Además hace un tiempo vi una noticia donde esta asociación comentaba que recibieron quejas acerca de las dificultades para pedir cita para solicitar la nacionalidad por residencia.  Me gustaría poder enlazar esta noticia pero no la he conseguido encontrar.

He encontrado otra noticia del año 2012 donde se habla de la petición de nacionalidad mediante internet. Te aconsejo que hagas clic en el enlace y, sobre todo, fíjate en los comentarios porque reflejan lo que yo he expresado en este post.

Después de conocer esta historia, ¿a qué conclusión llegas? Yo no sé si llegué a conclusiones o más bien me hice preguntas.

¿Por qué se tiene que utilizar internet de manera excluyente?

¿Por qué no se dejan funcionando los métodos tradicionales sabiendo que no todo el mundo tiene acceso a la red?

Ponen un sistema que se bloquea continuamente, con lo que conseguir lo que se pretende tiene mucha dificultad. ¿Por qué tantas pegas para solicitar la nacionalidad por residencia? La impresión que da es que quieren echar de este país a los migrantes.

¿Qué piensas?