Ocurrió en Noviembre, el día de la fiesta nacional. Los fuegos artificiales eran a las ocho de la tarde. Por esa misma razón imaginé que en el trabajo sería un día raro, y lo fue.
Al llegar al restaurante ya había gente sentada en las mesas. Eso era la primera vez que sucedía. Daba la impresión de que muchos querían cenar antes de ir a ver los fuegos artificiales.
Las horas fueron pasando. Al final de la noche, cuando estábamos recogiendo, una de las camareras entró a la cocina llorando. Nos fuimos todos a casa, sin comentar nada.
El lunes volví al restaurante e hice mi camino a casa con otra de las camareras. La chica me explicó muy alterada lo que les pasó el sábado. Cuando llegaron al restaurante, ya había gente esperando en la puerta, cosa que jamás había sucedido. Una de las primeras cosas que hizo el dueño fue echarles la bronca, alegando que habían llegado tarde. Mentira, porque llegaron a la hora de siempre. Después de explicarme las broncas varias de ese día, me dijo, a medio camino del llanto:
Do you understand my point?
Of course, I understand you!- le respondí.
Le expliqué que a mi parecer, él no tenía razón. Él era el dueño del restaurante, por tanto, él era quien tenía que prever ciertas cosas y el error fue suyo.
No despidió a ninguna de estas chicas. Aun con toda su prepotencia fue capaz de ver que no era inteligente hacerlo.
Os cuento a vosotros esta historia, una historia de mi vida. No ocurrió en España. Pero, hablando en España con gente que se ha dedicado también a la hostelería, el trato que suelen tener los jefes hacia los empleados va en la misma línea. Y la misma onda en supermercados, limpieza pública, en definitiva, empleos poco cualificados.
¿Por qué esta falta de respeto? Es un atentado hacia la dignidad de las personas. ¿O es que los únicos que merecen ser tratados con dignidad son los empleados con carrera universitaria? Y a veces ni ellos.
Siempre me he preguntado quien se creen que son algunos jefes. Quién les ha hecho creer que pueden tratar a patadas a una persona por el hecho de ser jefes de o dueños de. Qué equivocados están.
Hay un frase que dice lo siguiente: EL TRABAJO DIGNIFICA A LA PERSONA.
En todos nosotros está el hacerla realidad
Gracias por vuestro tiempo 🙂
totalmente de acuerdo…qué fácil es ser amable y tratar con respeto a la gente y qué poco se hace.ojalá se notara más aún en época de crisis ya que es de las pocas cosas gratuitas que tiene la vida.me gusta!un saludo
Es una lástima que existan personas tan carentes de habilidades sociales. Y lo mejor de todo es que ni siquiera se plantean su actitud. Muchas gracias Cris, por leer y comentar.
Efectivamente!!!!
Hace tiempo leí en un post que uno, cuando está en un proceso de selección, debería preguntarse principalmente quién va a ser su jefe. Cosas como la progresión profesional y salarial, el trabajo del día a día, van íntimamente asociadas a quién te dirige en la empresa.
Saludos,
Ángel
Gracias Ángel.
Depende del jefe y también depende de la empresa, creo yo.
Que tengas buen día 🙂
Hay empresas que parecen una ‘máquina del tiempo’… cuando estás trabajando dentro, tienes la sensación de que estás viviendo en la época feudal. Supongo que estáis al tanto de esto:
http://www.diagonalperiodico.net/global/20517-concentracion-konecta-tras-despido-trabajadora-por-faltar-su-puesto-dia-su-desahucio
Tú lo has dicho Javy. Hay empresas donde el hecho de entrar por la puerta supone un viaje a la época feudal. Y cuanto menos cualificado el trabajador, más atrás viajamos en el tiempo.
Leí el artículo que has puesto. Vamos, de traca.
Muchas gracias por comentar 🙂
Tod@s l@s L@s que trabajamos y todas las personas.
Pienso que es lo peor de todo. Cuando ni siquiera piensan en cambiar de actitud
Gracias Nohemí, por leerme y comentar.
Aunque he ambientado el post en tema laboral, pasa en muchos otros ámbitos. También en el educativo. Hay ciertos profesores que tratan con más respeto a los alumnos con buenas notas. Lo cuál demuestra una falta de habilidades sociales muy importante y que deberían plantearse. El que no se lo plantee, se equivoca. Las personas dan mucho más de sí cuando se las trata con respeto.
Un abrazo 🙂
Hola tocaya!!!
Te he visto en el blog de Campuzano y me he pasado…
Se me ha puesto el vello de punta porque justo hoy me ha llamado una compañera de trabajo contandome el atropello que nuestro jefe ha vuelto a cometer con ella…es que no entienden que lo más importante que tienen en su empresa son las personas??En fin que estoy un poco más sensible de la cuenta con el tema!y ver que hay alguién que piensa como yo me anima!Graciassss!!
Chu!!
No estás más sensible de la cuenta. Simplemente tienes razón. Yo pienso como tú y creo que mucha gente también. Otra cosa es si se atreven o no a decirlo.
Muchas gracias por comentar y por seguirme. Espero que el contenido te siga gustando.
Un saludo 🙂
Para levantar un poco la moral de la tropa, os facilito una web de jóvenes que se están organizando por su cuenta para hacerle frente al precariado.
Si eres joven o no, siempre puedes montar algo parecido en tu zona…
Le he echado un vistazo y es una buena iniciativa. Yo intenté contactar con la marea roja, que yo sepa existían por aquí, pero no lo he conseguido, no sé qué habrá sido de ellos.
Sobre ‘marea roja’, les he perdido la pista hace tiempo. Pero te puedo informar que se ha creado un coordinadora estatal de afectados por el desempleo; aunque todavía no tienen una web oficial.
Puedes saber algo de ella, a través de este enlace: http://difusion15m.vv.si/
Yo creo que al final es una cuestión de como es cada uno como persona y como se enfrenta a la vida. Quien es buena persona lo es en todos los momentos y circunstancias y quien no respeta, por lo general no respeta a nadie en ningún lugar.
Cuando hablamos de jefe, además se junta el poder y la dominación, que hace que se incremente en la mayoría de las personas sus aspectos más negativos. También como norma general, que no ley, quien es jefe es porque de alguna forma tiene ciertas capacidades que son negativas y que en el momento de aceptar el cargo, quien se lo da, lo sabe y conscientemente quiere que se pongan en practica. Las buenas personas se conforman con otras funciones. Yo he conocido a muchos jefes y personas qu ele sgusta ir de jefes y que parece que la empresa es suya, aunque no sean los dueños del capital, ni siquiera sean mandos intermedios. Pero así funciona el mundo, y para ello nos educan para sen competitivos e individualistas.
Buenas Diego,
estoy de acuerdo con tu última frase. Lo mejor de todo es que como vayas de lo contrario por la vida te mueres de hambre, y todos tenemos la costumbre de comer de vez en cuando.
No se trata de meter a todos los jefes en el mismo saco, porque los hay buenas personas. Pero sí que es verdad que sobre todo en ciertos sectores, los que están en puestos de más responsabilidad son los que manejan el látigo con mayor soltura, ya no sé si se junta el adiestrarlos para eso con las capacidades innatas. Además también están estos otros que dices, que sin ser nada van de jefes. Esos sí que son tristes.
Muchas gracias por tu comentario 🙂
Tienes toda la razón, Carolina, una bonita historia así que gracias por compartirla. He descubierto tu blog gracias a un comentario que has hecho tú en el mío, así que me alegro que lo hicieras. Nos seguimos!! Un abrazo!!!
Guau, que ilusión y qué honor que se pase por aquí un profesional de la temática del blog. A partir de ahora empiezan los temas serios, así que espero estar a la altura :). Te nombro en el último post que publiqué el viernes.
Muchas gracias, de verdad!!!
Nos sale demasiado caro tener jefes.
Bueno, no se pueden meter en el mismo saco a todos los jefes. Pero los que son malos, son de traca.
Muchas gracias por tu aportación.