Eres profesor de cuarto curso de educación primaria. A principio de curso llegan a tu clase cuatro alumnos nuevos, es su primer año en el centro. Ese primer día ya te das cuenta de que uno de ellos no te sigue. El chico no habla ni comprende el español. Los otros tres aparentemente son chicos normales y corrientes. Al cabo de unas semanas te percatas de que su nivel académico es bastante más bajo que el del resto de la clase. Estos tres alumnos acaban de llegar a España. En sus países de origen llevaban tiempo sin asistir a la escuela.

Casos como estos se dan (quizás más hace algunos años) en las escuelas públicas. En estas se ha concentrado la gran mayoría del alumnado inmigrante. Tanto ha sido así que en los barrios con alto porcentaje de inmigrantes existen escuelas públicas que tienen casi un cien por cien de alumnos de origen extranjero.

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En el caso del primer año de educación infantil esto no plantea problemas de nivel ya que se parte de un nivel llamémosle cero para todos los alumnos. Si más adelante se incorporan alumnos con carencias de nivel académico y lingüísticas, sinceramente, no me gustaría estar en el pellejo del profesor aludido porque desde mi ignorancia pongo muy en duda que en las escuelas se tengan los medios adecuados para atender debidamente a estos alumnos. Si no hay profesores de español debería haberlos. Si no llegan al nivel correspondiente a su edad, el estar todos juntos no beneficia a unos ni a otros. ¿Habéis estado alguna vez en una conferencia, o seminario de un tema del que no entendíais? ¿O en un idioma desconocido? Si habéis tenido esta experiencia podéis imaginar cómo se siente una persona que está en una clase durante cinco horas diarias sin enterarse de nada. A su vez, si pones a un chico de diez años que no sabe leer en la misma clase que los de cinco años pasa que también ambas partes se sienten incómodas.

En definitiva, los chicos con determinadas carencias académicas deberían tener una atención personalizada que dudo mucho que tengan por falta de medios en los centros, y más con los actuales recortes.

No hay que olvidar aquí que los docentes no solo tienen que lidiar con los alumnos sino también con las familias. Entonces la cosa se complica. Puedes tener suerte con las familias, pero también puedes tener problemas bastante serios.

 ¿En qué consiste realmente la integración?

Otro asunto que me planteo: Si existen colegios con prácticamente un cien por cien de alumnos extranjeros, ¿estamos así integrándolos realmente? La respuesta está clara. Y más viendo que los padres autóctonos “huyen” de esos colegios. Llámese racismo, xenofobia, mirar por la educación de los hijos, en fin, de todo un poco.

¿Pierde calidad la escuela pública?

Hemos llegado a unos extremos en los que se escuchan bastantes voces diciendo que en los colegios públicos no se exige nada. A mí, como antigua alumna que siempre fui de la pública, me da un coraje tremendo que se hable de mi colegio con desdén, cuando en mi época pocos colegios tenían el nivel del mío. Querría tener la solución porque no es justo que la escuela pública se degrade así. Muchas veces pienso que todos los colegios deberían ser públicos y así se paliarían ciertas desigualdades, sin llegar a desaparecer, porque aquí también entra el factor “barrio”. Este último siempre ha estado y estará presente. De todas formas, no sé si esto es fácil, pero las administraciones educativas tendrían que hacer algo por evitar que ciertos colectivos minoritarios se concentrasen en uno o pocos colegios.

 La opinión de los docentes

Algo importante también aquí es conocer cómo se sienten los mayores implicados en esto de la educación, que son los profesores. Siempre que sale una noticia en los periódicos online relacionada con extranjeros, los comentarios de la gente me dan bastante asco. Y si el tema es educación, lo mismo. Pero la pregunta que yo me hacía es: Todo el mundo pone a caldo los colegios con mucha inmigración pero ¿qué es lo que piensan y sienten los profesores que son al fin y al cabo quienes tratan con esos niños? Tenía incluso ganas de ir a alguno de esos colegios a entrevistar a los profesores.

Finalmente, pude recabar la opinión de una profesora que el curso pasado trabajó en un colegio con alto porcentaje de extranjeros. Me dijo que con estos alumnos el principal problema era que algunos se iban o entraban al colegio a mitad de curso y que en general los mejores alumnos son inmigrantes. Tienen también en el colegio familias desestructuradas, lo cuál plantea un problema en el que no les influye sobremanera la procedencia de la familia.

Conclusión

No hay que cerrar los ojos a la realidad. España ya no es un país de una sola raza. Hay países con una inmigración muy antigua y aquí a lo mejor todavía no estamos acostumbrados. Pero tendremos que estarlo. Y mucho mejor empezar a acostumbrarse cuando uno es niño. Al menos así se parte de prejuicios cero.

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PD: Vaya desde este espacio mi recuerdo y homenaje particular y personal a mi colegio, el actual CEIP Recarte y Ornat de Zaragoza, uno de los pocos de la ciudad completamente accesible. En él mi profesora de infantil, doña Aurora Usero, creó el método de lectoescritura LETRILANDIA, utilizado actualmente en todo el país.